Gracias a Mirtita, que es la Secretaria de la escuela, que es muy culta y siempre está informada, -(y la quiero mucho)- me enteré que el periodista Enrique Quique Pesoa brindaba un Ciclo de charlas en la Legislatura denominado "La biblioteca pública: un puente entre la lectura y lectores".
A raíz de que se trató de un diálogo sumamente enriquecedor quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones del escritor para pensarlas y analizarlas juntos.
Comienza la charla diciendo que se dejará guiar por "el pibe" que lleva adentro, que es su intuición y el encargado de decidir las grandes cosas. Pronto evoca a su padre y se le pone "la piel de gallina", según sus propias apreciaciones. Enuncia que el gran legado que le dejó fue la ley, el mandato o el consejo "tenés que vivir como pensás". No obstante, su papá sabía que el sistema en el que vivimos hace muy difícil llevar a cabo esta misión. Por ello, le sugiere no cumplir a rajatabla con él, pero, al menos, acercarse.
Habla del swing, al que define como la parte de la existencia que uno traslada en lo que hace. Reflexiona que es necesario esperar el momento oportuno.
Se pone triste cuando señala "Estamos tan cansados de repasar derrotas" y se pregunta qué es lo que hace que el ser humano siga luchando a pesar del fracaso, por qué nos levantamos todos los días con esperanzas renovadas.
Menciona la importancia de leer a Jauretche y a las "Bases" de Alberdi para hablar de política. Inquiere "¿Quién lee?" y se responde "Nadie lee nada, no leemos nada". Prosigue su análisis diciendo "¿Cómo armar un juicio de valor sin haber leido?" Afirma que la lectura es útil porque da referencias.
Recuerda la canción que escribió un amigo suyo que repite la idea de "Un viejo espera", ese viejo es uno mismo que se espera en el futuro.
Piensa que la felicidad radica en decir lo que uno piensa y que el libre albedrío es una utopía, especialmente cuando participan los medios. Agrega que "somos analfabetos funcionales" incapaces de valorar o emitir un juicio de valor sobre la información que nos llega. Galeano alude a esto cuando se refiere a "la cultura de lo descartable", en la que "todo da igual y las personas se tiran".
Comenta que Héctor Murena, uno de los grandes olvidados de la literatura y el ensayismo argentinos, filosofa en lo que concierne al sentido de pertenencia. En la sociedad actual "sólo me pertenece lo mío". El gran peligro de no tener un sentimiento de pertenencia es el saqueo, por ejemplo, arrojamos basura en la calle o pintamos estatuas. Esto le permite pensar que "Llevamos una vida miserable".
Alude a Jean Baudrillard, quien emplea una parábola de Borges. Se trata de uno de los más reconocidos sociólogos y filósofos contemporáneos; que en su ensayo sobre “la precisión de los simulacros” afirmaba que en esta era postmoderna que nos ha tocado vivir, el territorio y su orden geométrico espacial ha dejado de existir, y en su lugar se ha instalado su representación; como si aquel imperio -afamado por sus mapas perfectos, y citado (imaginado) por Jorge Luis Borges en el poema “Del Rigor en la Ciencia” hubiera tomado posesión de nuestro espacio perceptible, y en aquel lento e inexorable proceso, perdimos la capacidad de distinguir al territorio (realidad) del mapa (representación).Se plantea el simulacro como nueva realidad. Es el mapa quien construye el territorio, y no a la inversa. Ya lo dijera Baudrillard a colación de la posmodernidad, inspirándose en aquel cuento de Borges en el que los cartógrafos hacían un mapa de un reino tan grande como el propio reino. Los habitantes viven en el mapa, mas alguien lo oculta para no desaparecer.
Mediante esta charla se propone establecer una duda ya que "el equilibrio es la muerte". "Estar vivo es estar entre varias fuerzas, es estar desequilibrado". "La duda te hace buscar". Se preocupa ya que "el 98 % de los habitantes no eligen nada".
Define educar como "transformar esquema de pensamiento". Enuncia que la televisión se autodenomina "medio de entretenimiento" a fin de eludir su función de educadora.
Finaliza la charla aseverando: "La realidad está dentro de uno".
A raíz de que se trató de un diálogo sumamente enriquecedor quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones del escritor para pensarlas y analizarlas juntos.
Comienza la charla diciendo que se dejará guiar por "el pibe" que lleva adentro, que es su intuición y el encargado de decidir las grandes cosas. Pronto evoca a su padre y se le pone "la piel de gallina", según sus propias apreciaciones. Enuncia que el gran legado que le dejó fue la ley, el mandato o el consejo "tenés que vivir como pensás". No obstante, su papá sabía que el sistema en el que vivimos hace muy difícil llevar a cabo esta misión. Por ello, le sugiere no cumplir a rajatabla con él, pero, al menos, acercarse.
Habla del swing, al que define como la parte de la existencia que uno traslada en lo que hace. Reflexiona que es necesario esperar el momento oportuno.
Se pone triste cuando señala "Estamos tan cansados de repasar derrotas" y se pregunta qué es lo que hace que el ser humano siga luchando a pesar del fracaso, por qué nos levantamos todos los días con esperanzas renovadas.
Menciona la importancia de leer a Jauretche y a las "Bases" de Alberdi para hablar de política. Inquiere "¿Quién lee?" y se responde "Nadie lee nada, no leemos nada". Prosigue su análisis diciendo "¿Cómo armar un juicio de valor sin haber leido?" Afirma que la lectura es útil porque da referencias.
Recuerda la canción que escribió un amigo suyo que repite la idea de "Un viejo espera", ese viejo es uno mismo que se espera en el futuro.
Piensa que la felicidad radica en decir lo que uno piensa y que el libre albedrío es una utopía, especialmente cuando participan los medios. Agrega que "somos analfabetos funcionales" incapaces de valorar o emitir un juicio de valor sobre la información que nos llega. Galeano alude a esto cuando se refiere a "la cultura de lo descartable", en la que "todo da igual y las personas se tiran".
Comenta que Héctor Murena, uno de los grandes olvidados de la literatura y el ensayismo argentinos, filosofa en lo que concierne al sentido de pertenencia. En la sociedad actual "sólo me pertenece lo mío". El gran peligro de no tener un sentimiento de pertenencia es el saqueo, por ejemplo, arrojamos basura en la calle o pintamos estatuas. Esto le permite pensar que "Llevamos una vida miserable".
Alude a Jean Baudrillard, quien emplea una parábola de Borges. Se trata de uno de los más reconocidos sociólogos y filósofos contemporáneos; que en su ensayo sobre “la precisión de los simulacros” afirmaba que en esta era postmoderna que nos ha tocado vivir, el territorio y su orden geométrico espacial ha dejado de existir, y en su lugar se ha instalado su representación; como si aquel imperio -afamado por sus mapas perfectos, y citado (imaginado) por Jorge Luis Borges en el poema “Del Rigor en la Ciencia” hubiera tomado posesión de nuestro espacio perceptible, y en aquel lento e inexorable proceso, perdimos la capacidad de distinguir al territorio (realidad) del mapa (representación).Se plantea el simulacro como nueva realidad. Es el mapa quien construye el territorio, y no a la inversa. Ya lo dijera Baudrillard a colación de la posmodernidad, inspirándose en aquel cuento de Borges en el que los cartógrafos hacían un mapa de un reino tan grande como el propio reino. Los habitantes viven en el mapa, mas alguien lo oculta para no desaparecer.
Mediante esta charla se propone establecer una duda ya que "el equilibrio es la muerte". "Estar vivo es estar entre varias fuerzas, es estar desequilibrado". "La duda te hace buscar". Se preocupa ya que "el 98 % de los habitantes no eligen nada".
Define educar como "transformar esquema de pensamiento". Enuncia que la televisión se autodenomina "medio de entretenimiento" a fin de eludir su función de educadora.
Finaliza la charla aseverando: "La realidad está dentro de uno".
¡Gracias Quique por regalarnos esta duda y por tu coraje de expresar libremente lo que sentís!
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