sábado, 11 de octubre de 2008

Estela Núnez Ramos, alumna de tercero, escribe...


Caro, te mando esta poesía de Amado Nervo, con cuyo texto me identifico plenamente. Estoy convencida que cada uno de nosotros es artífice de su propio destino. Espero que lo publiques si lo considerás apropiado.- Saludos cordiales, Estela.-


En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Porque veo al final de mi rudo camino que
yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas. ...
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo

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