Erase una vez en un bosque, en el claro de un bosque donde se encontraban reunidos el miedo, la indecisión, la mentira, la locura y el amor.
Estaban todos sentados en un tronco de un árbol caído, menos la locura, la cual caminaba de un lado a otro pensando en qué hacer, hasta que tuvo una idea y dijo a los demás:
- Ya sé qué podemos hacer, ¿por qué no jugamos a las escondidas?
Todos la miraron con desgano e indiferencia sin ganas de moverse de sus lugares. Ésta los miró y les contestó:
- ¡No hay problema! Cuento yo. Acompáñenme hasta el árbol más cercano y comenzamos.
Y empezó a contar y los demás a esconderse.
El miedo como es miedo se quedó al lado de ella.
La indecisión iba de un lado a otro sin saber adonde esconderse.
La mentira dijo “me esconderé bajo la piedra” y, como es mentira, se escondió tras el árbol.
Y el amor se fue a esconder tras un rosal muy tupido, pero vio que en medio del rosal había una rosa... Una rosa roja. Se internó en él para contemplarla y se quedó mirándola fijamente sin pestañear.
La locura terminó de contar y al primero que libró fue al miedo, que por temor no se había movido de su lugar.
Segundo, a la indecisión, que como iba de un lado a otro sin decidirse dónde esconderse la descubrió.
Tercero, a la mentira, que como es mentira y dijo que se escondía bajo la piedra, la descubrió tras el árbol.
Pero quedaba el amor y no lo podía encontrar y lo empezó a buscar por todo el bosque, hasta que al pasar por el rosal se preguntó:
- ¿No se habrá escondido acá?
Movió el rosal con todas sus fuerzas y escuchó un “ay!”.
- El amor, se dijo para sí, y se internó en el rosal.
Se encontró con él, arrodillado y con sus manos en la cara tapándose los ojos. Al verlo comprendió que al mover el rosal las espinas habían pinchado los ojos del amor y lo habían dejado ciego.
A raíz de su pena por lo que había ocasionado, la locura le dijo al amor:
- Yo te ayudaré, yo te ayudaré, seré quien te guíe.
Y dicen que desde ese entonces
EL AMOR ES CIEGO Y VA ACOMPAÑADO DE LA LOCURA.
Cuento adaptado por Eduardo Urbizaglia.
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