La generación del pulgar

La pubertad, los jóvenes que rondan los catorce años, tiene una característica diferencial de las generaciones que les preceden, usan el pulgar en tareas donde las generaciones anteriores utilizan el índice. Los expertos han observado que, a diferencia de las personas de más edad, en acciones como señalar una dirección o pulsar un timbre, los jóvenes están pasando a utilizar con preferencia el pulgar en vez del índice,. Son “The Thumb Generation”, la generación del pulgar.
Según estudios realizados por la doctora Sadie Plant, directora de la Unidad de Investigación de Cultura Cibernética de la Universidad de Warwick, Canadá, esta costumbre es consecuencia del entrenamiento que sufren las manos de los jóvenes con el uso de los aparatos electrónicos. Los niños que han crecido manipulando teléfonos móviles y consolas de juego, modifican el uso habitual de los dedos y la habilidad en su manejo desplazando la habilidad del dedo índice al pulgar, por lo que pasan a efectuar con este dedo labores tradicionalmente realizadas con el índice.

Ejercicios sms

En especial, con el envío de mensajes SMS, que los jóvenes realizan usando ambos pulgares simultáneamente, sin necesidad de ver las teclas, han conseguido añadir habilidad suplementaria al pulgar, restándosela al índice, mejor entrenado en generaciones anteriores con el manejo de la pluma en la escritura manual, Por otra parte, al utilizar ambas manos para escribir en el móvil, hace que nuestros jóvenes tengan más habilidad en ambas manos, en contraposición de la destreza centrada en una única mano de los mayores.

Cambios en las manos y en el cerebro

Lo sorprendente para los técnicos, es que se opinaba que un cambio de esta naturaleza precisaba del paso de generaciones, pues suponía que para adquirir tales destrezas se precisaba de adaptaciones genéticas. El hecho constatado, demuestra que el cerebro infantil tiene una plasticidad superior a la calculada, lo que permite adaptarlo a los cambios, creando los sinapismos neuronales necesarios para utilizar en el control de sus pulgares, áreas cerebrales que en las antiguas condiciones, se hubieran destinado al control de otros órganos.

Uso exagerado del móvil

El uso exagerado del teléfono móvil está creando nuevos disturbios psicológicos para los que todavía no se ha encontrado solución adecuada. Dentro de lo “normal” está que los jóvenes usen los teléfonos móviles para ligar y presumir. Los varones tratan de “epatar“ a otros jóvenes de uno y otro sexo, exhibiendo los modelos más caros y exclusivos, mientras que ellas, son dadas a utilizar el móvil, para deshacerse de compañías no deseadas, evitando el enfrentamiento cara a cara.

Juventud cibor

Mas próximo a la anormalidad es el síndrome que padecen muchos jóvenes al ser apartados del móvil, la Doctora Plant señala que el aparato se ha convertido en parte de la persona, (utilización ciborg del móvil). "Es la primera vez que tenemos una tecnología que puede ser fácilmente transportada con nosotros –dice–. Por eso la gente se siente completamente perdida, desestabilizada, cuando pierde su teléfono celular. Siente como si hubiera perdido una parte de sí misma". Ello lleva a muchos jóvenes, incluso a dormir agarrados a su movil.

Adictos al móvil

Según Juan Alberto Estallo, psicólogo del Instituto Nacional de Psiquiatría de Urgencias de Barcelona, la frontera entre un usuario normal y un esclavo de la tecnología está "cuando se usa el móvil sin ninguna finalidad clara o se prefiere el móvil a una conversación cara a cara”. Aún no hay un perfil del 'adicto al móvil', peso hay aspectos que siempre tienen los jóvenes que hacen un uso excesivo del móvil. El más característico es que sientan intensamente la necesidad de usar el móvil a cualquier hora del día.
Esta adicción provoca ansiedad, irritabilidad, crispación y bajo nivel de atención a otros temas. El Proyecto Hombre, inicialmente pensado para combatir las adicciones a drogas, ha ampliado su actividad a “programa de adicciones comportamentales”, considerando entre ellas el corregir al ”adicto al móvil”, el método busca potenciar sus relaciones personales y reducir - que no prohibir - el uso del móvil. Igualmente, desde funciona en Dinamarca una clínica que trata casos de este tipo con tratamientos similares a los utilizados en los casos de ludopatía.

La tecnología puede ser buena o mala según se use

Sin embargo no todo es negativo. El psiquiatra José Posada Villa, destaca la sensación de compañía que aporta, algo fundamental en el desarrollo de los menores. Cada vez más mujeres entran en el mercado laboral, reduciendo con ello el tiempo de dedicación a los hijos. "¿Por qué no sacar provecho del teléfono celular? – se pregunta el especialista –. Los celulares se han convertido en un cordón umbilical que una a las madres con sus hijos”. "Si se aprovechan las posibilidades que dan las nuevas tecnologías, creo que estamos ante algo positivo", aunque advierte que ello "no reemplaza al diálogo directo ni el afecto físico, que nunca pasa de moda".

Problemas en el cole

Estando el móvil en manos de la generación que por edad tiene como actividad principal el estudio, no faltan problemas por este tema en el mundo de la docencia. Se constata que el móvil en las aulas es el principal motivo de distracción de los alumnos y de disputas frecuente entre maestros y alumnos. Pero otra parte se observa que en los recreos, se dedican a jugar con los juegos de los móviles o a hacer llamadas, lo que tiende a aislar a los alumnos de sus compañeros, dificultando la convivencia entre ellos. También los sms son el vehículo ideal de copiar en los exámenes, al comunicarse entre ellos o con personas fuera del aula.

Prohibir o parlamentar

Todo ello ha llevado a prohibir o limitar el uso de los móviles dentro de los colegios. Sin embargo, muchos docentes y sobre todo los padres de alumnos no consideran acertada esta medida, pues opinan por un lado, que los móviles están allí y que no debe darse la espalda a esta realidad. Por otra parte, los padres alegan que el móvil les permite mantener contacto y control sobre los hijos, desde el momento que abandonan el colegio hasta que sus padres vuelven de la oficina. Consideran por ello que maestros y muchachos deben hablar sobre el tema y discutir lo que significa el móvil, los problemas que plantea y consensuar el uso puede hacerse de ellos dentro del recinto escolar.

Unas manos diferentes

De cualquier formas, guste o no el uso del móvil por parte de los jóvenes, la “generación del pulgar” está entre nosotros, y son distintos a quienes les precedieron, tienen habilidades diferentes de las de los mayores. Esto ya es tenido en cuanta a la hora de diseñar productos destinados a esta generación, de modo que se diseñan los dispositivos de acuerdo con el cambio de habilidades de sus manos. Inicialmente esto afecta a los aparatos pensados específicamente para jóvenes, como reproductores MP3 o bolígrafos para escolares, pero se espera que en un lapso de diez años, a medida que crezcan, los cambios se extenderán a todo tipo de aparatos, como automóviles y electrodomésticos y por qué no, a los propios ordenadores.
¿Cómo se dispondrán los diferentes botones en los vehículos del futuro o como serán los teclados de ordenador? Posiblemente sean diferentes a como los hemos conocido. Falta poco para que la Generación del Pulgar pase a ser consumidor habitual de estos aparatos, pronto sabremos como ello influye en el diseño de los aparatos.