lunes, 8 de junio de 2009

Internet y redes sociales

Pros y contras de la Red

La Web 2.0 invita a la participación en un espacio compartido muchas veces por amigos, pares y jefes. Ventajas y desventajas de un mundo virtual que mueve a millones de personas

Las redes sociales crecen; cada día miles de personas se suman y suben comentarios y fotos personales y laborales. Pero al mismo ritmo se multiplica la polémica sobre sus usos.
Kimberley Swann, una adolescente de 16 años que vive en Clacton, Inglaterra, obtuvo su primer empleo. Esto la llevó a comentar con sus contactos en la red social Facebook sus sensaciones a partir de esta experiencia: "Mi primer día en el trabajo. ¡Dios mío, qué aburrido!", o "lo único que hago es meter a la trituradora de papel las hojas del scanner. Estoy muy aburrida". Estos fueron los comentarios que decidió compartir en su perfil virtual. Un tiempo después, su jefe la citó a la oficina y le comentó que estaba despedida. No ocultó la causa: sus apreciaciones en la Red. Pero éste no es un caso aislado.
En Zurich, una joven, cuyo nombre no trascendió, fue despedida de la compañía de seguros en la que trabajaba porque se notificó enferma y la empresa corroboró que su perfil en la red social había tenido actividad. La causa de su ausencia era que debía estar en un ambiente con escasa luz.
Un empleado de Marks & Spencer también fue separado de la empresa por llamar idiotas a los clientes, y en noviembre de 2008 una persona de British Airways calificó a un pasajero de maloliente y pesado , motivo por el cual también perdió su trabajo. Moraleja: cuidado con lo que se publica en la red social, allí todo lo que se suba puede ser utilizado en su contra.

Usos y costumbres

Para Tomás O´Farrell, ejecutivo de la red social made in Argentina llamada Sonico, este tipo de redes crecen porque solucionan algunos de los problemas que tenían las personas, porque "facilitan a la gente manejar su vida social online". La empresa agrupa a 35 millones de usuarios en América latina.
Compartir con los amigos fotos de un viaje, del asado del domingo o del partido de fútbol con los compañeros del trabajo son actividades corrientes que realizan, a modo de reunión, quienes suelen frecuentar un espacio virtual determinado.
Pero también ganan terreno las redes sociales que se relacionan con el trabajo. Es de todos los días leer en los perfiles de los usuarios el interés por nuevas oportunidades laborales o también recomendaciones de sus ex jefes sobre su desempeño.
Según María Laura Trol, gerente de la división Soluciones en Recursos Humanos y Organizaciones de BDO Becher, "poder estar conectados a Internet generó oportunidades laborales. Y es indudable que la crisis actual acrecentó la utilización de la red con esta finalidad". Además, la especialista aclara que hay otra cara en esta moneda. La red social permite conocer y pedir referencias sobre la persona que está siendo analizada para un empleo.
Para Matías Ghidini, gerente comercial y operativo de la consultora Ghidini Rodil, hay que diferenciar las a redes según su función principal. Para el especialista, las que se presentan con una impronta profesional, como Linkedin, brindan realmente la posibilidad de "compartir y debatir acerca de temas relacionados con el trabajo".
El peligro está en que más allá de la división entre redes personales como Facebook o Hi5 y profesionales, la realidad es que en general se utilizan sin importar cuál es la impronta que tienen. Por lo tanto, los límites entre lo público y lo privado se tornan difusos.
Según Ghidini: "Está sin definir la repercusión que las redes sociales pueden tener más allá del mero entretenimiento. Mucha gente ingresa y piensa que es divertido y pierde la conciencia de que puede tener impacto en otras áreas".
Para Salomón Babor, titular de la consultora Antropología y Empresa, existe "una contaminación entre lo público y lo privado, lo permitido y lo prohibido. El mundo virtual genera una fantasía exhibicionista donde sólo existo si me muestro, tornando difuso el límite entre el ser y el parecer".
La exposición, que puede actuar como una oportunidad de obtener un mejor empleo, puede adquirir entonces un aspecto negativo. Según O´Farrell, en el momento de crear el servicio "pensamos que la gente iba a mantener un mundo de red social privado y otro laboral. Hoy, esto se mezcla mucho y cada vez más la gente agrega a su jefe y los compañeros de oficina".
Uno de los desafíos que afrontan hoy este tipo de espacios es el de poder desagregar el perfil en diferentes escalones: uno social con los datos básicos; uno profesional, donde los que acceden pueden ver la historia laboral, y uno privado, reservado solamente para un círculo íntimo.
Como conclusión se puede decir que, por ahora, hay una alarmante carencia de regulación sobre el tema. También existe una cierta falta de límites entre lo público y lo privado, y además quiebre de códigos. Muchos pueden ser los argumentos para destronar a las redes sociales.
Como contrapartida, se pueden enumerar las oportunidades laborales que ofrecen; la posibilidad de recuperar un contacto perdido con algún ex compañero; el hecho de facilitar la comunicación en un ámbito no laboral con impacto sobre el empleo, por ejemplo. Lo cierto es que el debate apenas comienza y aumenta al ritmo del crecimiento de estos espacios.

Por Javier Blanco Toledo Para LA NACION

Fuente: Lista ABGRA

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